Ser desagradecidos
es una peculiaridad innata del ser humano. Que el Doctor Javier Moreno de
Alborán Vierna haya cometido algún fallo en los 25 largos años que ha ejercido
en La Graciosa, es lo normal (si fuere
ese el caso de su traslado), en el ser humano y más en el campo de la
medicina. Sobre todo si se trabaja 24 horas al día para una población de más de
4000 personas que pernoctan en la isla en muchos momentos del año, aunque
oficialmente no se reconozca esa realidad.
Vuestras
vidas seguramente cambiarán radicalmente en los nuevos destinos, pero espero y
deseo, que tengáis mucha suerte. En mi nombre y no en nombre de los
gracioseros, porque no soy quien para hablar en nombre de otros, les doy las
gracias por todo vuestro trabajo durante todos estos años, y sobre todo por
haber mejorado la calidad sanitaria de la Isla de La Graciosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deseo tu opinión y tus comentarios, y además, es justo de que tus letras queden expuestas, pero para evitar los ataques de tártaros, etc…, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.