Este
próximo 27 de Marzo se cumplen 4 años de la entrega de firmas de la iniciativa
La Graciosa la 8ª Isla, en ella se solicitaba el reconocimiento oficial como
isla habitada y la puesta en marcha de una Pedanía. Sobre lo primero seguimos
pendientes de lo que ocurra en el Congreso de los Diputados, de lo segundo
sabemos en 2014 se aprobó una Proposición no de ley en el Parlamento de
Canarias y que en 2015 se modificó la Ley de Municipios, en ambos casos se
proponía la creación de una entidad con gestión desconcentrada del
Ayuntamiento de Teguise.
Han
pasado cuatro años, tiempo suficiente para valorar si a día de hoy sigue siendo
necesaria o no esta propuesta.
Hay
opiniones para todos los gustos, hay quien cree que una Entidad Local Menor
sería un error pero hay quien piensa que es algo necesario. Quienes se oponen
manifiestan, por ejemplo, que La Graciosa no tiene recursos suficientes como
para gestionarse, que se encarecerían los impuestos y que sería imposible vivir
en la isla de lo caro que sería todo. Otros creen que sería lo peor que nos
podría pasar porque no nos pondríamos de acuerdo y que incluso habría
enfrentamientos entre vecinos. Hay quien asegura que es mejor continuar como
hasta ahora para que no se den situaciones de desigualdad, si nos gobierna
alguien de aquí mirará más por unos que por otros. También hay personas que se
suman al ahorro del gasto público y dicen que en los tiempos que corren no está
bien crear más instituciones, en todo caso reducirlas, ya que una Pedanía
supondría aumentar el número de políticos y de personas que trabajan para la
Administración Pública. Por otro lado hay quienes aseguran que la Ley actual no
nos ampara, ya que el 27 de Diciembre de 2013 el Gobierno Central le quitó la
personalidad jurídica a las Entidades Locales Menores. Otros añaden que si
Teguise renuncia al control de la isla y le da independencia a La Graciosa, los
gracioseros crearán su propio partido político y serán ellos mismos los que
gestionen su territorio. También hay personas que ponen en duda si esta
iniciativa es mayoritaria en la isla o por el contrario es un capricho de unos
pocos. Entre tantas opiniones hay quien cuestiona la capacidad de los
gracioseros para hacerse cargo de una entidad de estas características e
incluso se preguntan si lo que se está buscando no será especular con el
territorio.
Yo soy de
los que apoyan esta iniciativa. Creo que poner en marcha una Pedanía no
significaría independizarse de Teguise, sino ganar en autonomía a través de una
figura que recoge la Ley de Régimen Local y que lleva muchos años implantada en
otros lugares con mucho menos población que nosotros. Vivimos en una isla, con
lo que ello supone, y no es casualidad que a las concejalas se les haya llamado
tradicionalmente Alcaldesas pedáneas aunque no hayan sido designadas
oficialmente. A la persona responsable se le hace muy complicado gestionar la
isla porque se tiene que hacer cargo de todas las áreas, algunas veces en
soledad, sobrecargada de trabajo y con una responsabilidad abrumadora. Para
quien no lo sepa, en la Oficina Municipal de La Graciosa se resuelven temas que
tienen que ver con educación, cultura, deportes, seguridad, emergencias,
sanidad, servicios sociales, energía, vehículos, transportes, residuos,
limpieza, fiestas, urbanismo, participación, una agenda de trabajo apretada a
la que es necesario dar respuesta con unos recursos humanos muy limitados. No
olvidemos que La Graciosa tiene un censo actual de más de 700 personas y que
según el centro de datos de Lanzarote en 2016 nos visitaron cerca de 442 mil
personas, con lo que esto supone para un espacio reducido de no más de 27 km
cuadrados. Defiendo que nos corresponde a los gracioseros poder decidir porque
vivimos en un territorio separado del municipio e igual que ocurre en otros
lugares, las poblaciones aisladas necesitamos un mínimo de autonomía para poder
ejercer cierto control ante los desafíos que se nos presentan. Creo que los
gracioseros no somos víctimas y que debemos dejar atrás expresiones como: no
nos hacen caso, no podemos hacer nada o cuando cruzan el farión se olvidan de
todo, afirmaciones como estas nos debilitan y nos dejan en una situación de
indefensión. La pedanía no supondría la solución a todos nuestros problemas
porque la responsabilidad seguiría siendo compartida con el Cabildo de
Lanzarote, gestor del Parque Natural, con la Administración General del Estado,
propietario de su parcela, y con el Gobierno de Canarias, responsable de la
zona de puertos o también, junto al Estado, de la Reserva Marina.
Me
pregunto si la realidad actual no será producto de un modelo de gestión
inadecuado o si muchos de los problemas que arrastramos del pasado no se
hubiesen podido evitar con un mínimo de capacidad de autogestión. Me planteo
qué pasaría si en unas elecciones municipales no resulta elegida ninguna
persona de La Graciosa. Estoy convencido que tenemos condiciones suficientes
como para financiar una entidad local menor, no solo por los impuestos que
genera la boyante actividad turística sino por los fondos que destinarían el
resto de administraciones, por ejemplo el Cabildo de Lanzarote ha presupuestado
500 mil euros para inversiones durante este año y el Gobierno de Canarias dos
millones más para la red de saneamiento.
Pedanía
sí o no, solo el tiempo lo dirá, pero estoy convencido de que la población
graciosera está de sobra capacitada para gestionar el territorio donde vive.
Esperemos que pronto se apruebe en el Congreso de los Diputados la reforma del
Estatuto de Autonomía y que La Graciosa sea reconocida oficialmente como isla
habitada, elegir o no a la alcaldía pedánea en las elecciones de 2019 es otro cantar,
ya se verá.
Miguel
Páez
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