En estos
días corren ríos de tinta sobre el saneamiento en la Isla de La Graciosa y yo
personalmente como graciosero de puro cepa, ya que nací en la Isla de La
Graciosa hace más de 49 abriles me pregunto a mí mismo muchas preguntas que no
tengo respuestas.
1. ¿Realmente hay dinero destinado para una
obra de esa envergadura?
2. ¿Los presupuestos del Gobierno de Canarias
de este año recién estrenado, es decir, 2016, tienen una partida específica
para esa gran infraestructura?
3. ¿En cuánto tiempo se ejecutara esa obra?; o
quizás será, me pregunto yo, como el muro, es decir, el paseo de la vergüenza? Una obra detrás del
pueblo que se empezó hace más de 8 años y que tenía un presupuesto bastante
alto y que supuestamente se terminaría en 3 años.
4. ¿Estaremos los gracioseros condenados a oír
promesas y más promesas incumplidas?
Finalmente
espero que este año 2016 esta obra como muchas obras recién empezadas empiecen
a navegar con buen rumbo y con una buena travesía y que los cabos queden bien
amarrados al “murón” del muelle; ese es mi gran deseo para este año para
esta tierra tan olvidada y también recordada en épocas electorales.
En conclusión destacar, para ser honesto y no
meter a todos en el mismo saco, (y no es
peloteo, sino la pura realidad que mis ojos ven) que por parte de la Concejal de La Isla de La Graciosa ha movido y
removido entre grandes olas para que los proyectos de esta Octava Isla tengan
un principio y un fin.