“El Archipiélago Chinijo es como una moneda con varias caras: un espacio natural protegido, pero amenazado por las especies invasoras, la desertificación y el cambio climático; la mayor reserva marina de Europa, pero sin capacidad real para controlar el furtivismo; un Parque Natural, pero que se ha convertido en una de las zonas más demandadas por los turistas.”
Continuar leyendo el artículo completo aquí.