No tuve la suerte de conocerla pero fue una de las primeras profesoras en la isla de La Graciosa y el día 26 de agosto cumplió cien años: “... para estrenarse en su profesión dando clases durante un año en La Graciosa, convirtiéndose así en la primera maestra de esa pequeña y encantadora isla. ..."
El texto y la foto que a continuación quedan expuestos han sido extraídos de la página web: http://elapuron.com/noticias/municipios/5503/doa-blanca-fras-cumpli-cien-aos-de-vida/
“El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma rindió ayer homenaje a doña Blanca Nieves Frías Casañas, en el día en que esta vecina del municipio cumplió cien años. Este es un reconocimiento que el consistorio capitalino siempre realiza cada vez que uno de sus vecinos alcanza el siglo de vida. En él han participado el alcalde de Santa Cruz de La Palma, Sergio Matos, y la concejal de Bienestar Social e Igualdad de Oportunidades, Gazmira Rodríguez.
Nacida en Garafía el 26 de agosto de 1911, Blanca Frías estudió magisterio en Santa Cruz de la Palma, presentándose a las oposiciones en el año 1936. Éstas quedaron suspendidas por el estallido de la Guerra Civil, pero al terminar la contienda volvió a opositar, consiguiendo plaza en La Graciosa. Años después pudo pedir traslado a su isla natal, ejerciendo de maestra en el colegio de La Dehesa, en Santa Cruz de La Palma, donde trabajó hasta su jubilación.
En 1957 se le otorgó la medalla al mérito de la Cruz Roja, por su colaboración y su labor desinteresada con las víctimas de la riada del municipio de Breña Alta.
Dedicó la mayor parte de su vida a colaborar y participar en obras de caridad, visitando diariamente a enfermos en el Hospital Nuestra Señora de Dolores, cooperando con Cáritas, etc.
Gran aficionada a la lectura, hace siete años perdió definitivamente la vista, por lo que la persona encargada de su cuidado lee habitualmente para ella.
En la actualidad vive en Santa Cruz de La Palma rodeada de sus dos hijas, sus tres nietos y sus cuatro bisnietos, quienes la llaman cariñosamente "la abuelita".”
Así vale la pena, vivir cien años y doscientos también.
ResponderEliminarUna vez más se demuestra que yudar.. Es una caricia para el Alma.
Felicitaciones, no por la cantidad de años vividps Sino por l clidad
Un Corazón perfecto!!!