sábado, 22 de marzo de 2014

Agua, agüita bendita, en su día Internacional



Es el elemento sin el que no podemos vivir y que ha marcado la historia de la Isla de La Graciosa. Sobre todo por su ausencia en forma de agua dulce, que impidió un asentamiento temprano. La economía del agua en la Isla de La Graciosa está íntimamente ligada por lo tanto con el desarrollo de las poblaciones que hoy conocemos. Veamos las etapas más importantes que marcaron este desarrollo:
 Foto de la fuente de Gusa (zona muy verde abajo) en la isla de Lanzarote después de una lluvia fuerte, que provocó una cascada momentánea que desaparece en poco tiempo.
 1)  Al no haber depósitos de agua dulce ni fuentes el agua se obtiene principalmente de la Fuente de Gusa, al pie del Risco de Famara, que según descripción de antiguas crónicas daba 2 pipas de agua (unos 2 metros cúbicos actuales) de un sabor no muy gustoso. La segunda fuente era la de Guinate, que hasta hace tiempos no muy remotos se usaba para lavar ropa.


2)  Primeros aljibes y acogidas “arcogidas” públicos.


 
1)  Primeros depósitos de agua rellenadas de agua transportada por barcos militares por ejemplo desde la isla de La Palma.

2)    Aljibes privados.

3)  Canalización del agua y desaladora, más conocida como “La Potable” Se dice que el agua producida  era de muy buena sabor.

4)  “El cordón umbilical” es decir, la canalización del agua traída desde las desaladoras de Lanzarote y distribuidas en La Graciosa.

En la isla hemos pasado de tener 20 litros de agua por adulto y primer hijo a poder abrir el grifo  en 40 años. Así las acogidas de los barrancos dejaron de tener utilidad y actualmente el agua que cae del cielo se pierde en el mar, al no ser que, como en muchas casas antiguas, hay un aljibe debajo de la casa para acoger el agua que cae en la azotea de la casa. 

 © Paco Elvira, 1975


Como recomendación en este Día Internacional del Agua sería interesante proponer, que todas las nuevas construcciones tengan un aljibe para recoger este preciado bien, y que no lo viertan, como muchos ahora, a las calles, creando ríos y hasta barrancos, perdiéndose en la mar sin ser aprovechado. Antes la tierra se bebía esta agua, ahora los tejados planos lo escurren, directamente a las calles, gracias a sus bocas.






No sería de más, sensibilizar a todos los visitantes que llegan a esta pequeño enclave y a residentes (sobre todo a los jóvenes)  de la importancia de este preciado bien: EL AGUA.
 

Fuente: La Opinión de la Isla Graciosa & E.Sz., Foto: Paco Elvira.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deseo tu opinión y tus comentarios, y además, es justo de que tus letras queden expuestas, pero para evitar los ataques de tártaros, etc…, me veo obligado a moderar. Si formas parte de la buena gente, tu comentario saldrá seguro.