Es el elemento sin el que no
podemos vivir y que ha marcado la historia de la Isla de La Graciosa. Sobre
todo por su ausencia en forma de agua dulce, que impidió un asentamiento
temprano. La economía del agua en la Isla de La Graciosa está íntimamente
ligada por lo tanto con el desarrollo de las poblaciones que hoy conocemos.
Veamos las etapas más importantes que marcaron este desarrollo:
Foto de la fuente de Gusa (zona muy verde abajo) en la isla de Lanzarote después de una lluvia fuerte, que provocó una cascada momentánea que desaparece en poco tiempo.
1) Al no haber
depósitos de agua dulce ni fuentes el agua se obtiene principalmente de la Fuente de Gusa, al pie del Risco de
Famara, que según descripción de antiguas crónicas daba 2 pipas de agua (unos 2
metros cúbicos actuales) de un sabor no muy gustoso. La segunda fuente era la
de Guinate, que hasta hace tiempos no muy remotos se usaba para lavar ropa.
2) Primeros
aljibes y acogidas “arcogidas” públicos.
1) Primeros
depósitos de agua rellenadas de agua transportada por barcos militares por ejemplo
desde la isla de La Palma.
2) Aljibes
privados.
3) Canalización
del agua y desaladora, más conocida como “La Potable” Se dice que el agua producida
era de muy buena sabor.
4) “El cordón
umbilical” es decir, la canalización del agua traída desde las desaladoras de
Lanzarote y distribuidas en La Graciosa.
En la isla hemos pasado de tener 20
litros de agua por adulto y primer hijo a poder abrir el grifo en 40 años. Así las acogidas de los barrancos
dejaron de tener utilidad y actualmente el agua que cae del cielo se pierde en
el mar, al no ser que, como en muchas casas antiguas, hay un aljibe debajo de
la casa para acoger el agua que cae en la azotea de la casa.
© Paco Elvira, 1975
Como recomendación en este Día Internacional del Agua sería
interesante proponer, que todas las nuevas construcciones tengan un aljibe para
recoger este preciado bien, y que no lo viertan, como muchos ahora, a las calles,
creando ríos y hasta barrancos, perdiéndose en la mar sin ser aprovechado. Antes
la tierra se bebía esta agua, ahora los tejados planos lo escurren, directamente a las calles, gracias a
sus bocas.
No sería de más, sensibilizar a
todos los visitantes que llegan a esta
pequeño enclave y a residentes (sobre todo a los jóvenes) de la importancia de este preciado bien: EL AGUA.
Fuente: La Opinión de la Isla Graciosa & E.Sz., Foto: Paco Elvira.