sábado, 28 de agosto de 2010

Las pardelas en “La Sexta”


La televisión de ámbito nacional “La Sexta” emite una noticia sobre la caza de pardelas en el Parque Natural del Archipiélago Chinijo.


La pardela cenicienta ha retrocedido en unas 50 mil aves.
 



En la siguiente imagen vemos la uga (guarida) donde las pardelas ponen sus crías.


Y en las sucesivas imágenes vemos un huevo y una cría de pardela.
 

Cabe destacar que la población humana que reside en el Archipiélago Chinijo, es decir, los habitantes de La Isla de La Graciosa, han sido los más respetuosos con este ave, que antiguamente en épocas de hambruna y necesidad formaba parte de la base alimentaria, por la falta de otros alimentos que llevar al estomago. 


Y también quisiera subrayar que los habitantes gracioseros entregaron el año 2009 aproximadamente unas 60 crías de pardelas, que deslumbradas por los focos, caían sobre los techos y calles del pueblo. Estas aves son muy hábiles en la mar, pero muy patosos en tierra. Allí son incapaces de coger vuelo de nuevo. Por eso, cuando se encuentra una pardela caída, se le coloca en una caja de cartón y se le entrega a las Unidades de Medio Ambiente que las echan a volar de día en altamar o si necesitan cuidados los trasladan a Lanzarote.
 

Otro asunto tratado en dicho reportaje han sido los gueldes. Un pescado pequeño, como la sardinilla, que los pescadores gracioseros utilizaban desde hace mucho tiempo como carnada “una anécdota ligerísima: los barquillos salían a muy temprana hora a coger carnada para luego ir a faenar antes de que la electricidad llegara a La Graciosa”, y que  a día de hoy, no sabemos por qué razones no nos dejan coger ya, con un arte llamado chinchorro. Eso significa entre otros, que tenemos que comprar la carnada congelada que es mucho más cara y no está fresca.


 
Eso sí, hay que recalcar, que los marineros gracioseros nunca han comercializado el guelde. Sin embargo en el reportaje se ve que en ciertos restaurantes lanzaroteños se les encuentra en los menús. 
 
Quizás sea por eso que nos castigan aquí en la Reserva Marina  y eso que nosotros lo necesitamos para nuestro pan de cada día.





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