Glamour
mucho glamour; tacones altos en una zona de arena, en el que el asfaltado no
existe, como en este paraje natural, es un reto para las mujeres más valientes
que se atreven a navegar por las calles gracioseras.
Pero aquí no vamos a escribir de
glamour, ni de tacones, ni por supuesto tampoco de chancletas. Vamos a pegar “un tirón de orejas” a las personas que
utilizan un espacio público y tras su salida, lo dejan todo hecho un desastre
cómo podemos ver en las instantáneas que aquí quedan expuestas.
Aparte del “Si quiero” en el altar, también deberían afirmar “Si quiero… dejarte
limpia”, como te encontré.
Siguiendo con el rito nupcial y
llegando a la palabra de las promesas, diré: Isla de La Graciosa “te prometo”
que dejaré todo y tal como estaba, o mejor, si cabe, para así expresar mi
agradecimiento hacia el lugar que nos acogió y fue testigo de nuestra unión
matrimonial.
Ya terminada la ceremonia, empieza
la fiesta, música, baile y diversión, que para eso es la ocasión. Pero, como
toda fiesta tiene un principio y un final, ¿que mejor para acabarla que unos
voladores?
Cuando los voladores dejen de sonar
y hayan acabado todas la explosiones artificiales, prometo que diré: “Si te limpiare”.
Si
quiero, que se sigan celebrando acontecimientos nupciales en la Isla
de La Graciosa y si quiero que después
de tal acontecimiento, tengan la
decencia de dejar, en este caso la playa, tal y cómo la encontraron.
Hola a todos. Mi nombre es Beatriz y soy la chica que se casó. Lo primero de todo, pedir disculpas por haber ensuciado la playa al no recoger los voladores. Ese detalle fue un regalo sorpresa de la empresa del catering, y la verdad que dimos por hecho que se recogería la basura. Quiero dejar claro, que no solo fue un día de celebración y creo que respetamos muchísimo la isla, a la que por cierto voy desde pequeña y tengo muchísimo cariño. >El día de la paella yo misma me encargué de que no se quedara basura en la playa, no tiramos colillas e insistimos en reciclar todo el vidrio del evento.
ResponderEliminarDe cuatro días que estuvimos en la isla, solo tuvimos el error de no confirmar lo de recoger los voladores. Creo que no es justo el post. El juzgar si las invitadas llevaban tacones o no, no me parece muy correcto. Esa es una decisión de las personas y cada uno sabrá lo que hace. No somos nadie para juzgar a nadie. De todos modos, como bien se ve en la foto, las invitadas iban preparadas con sus cholas para cambiarse. Pero bueno, ese no es el tema que nos importa.
Desde aquí pedir disculpas por esos voladores que se quedaron en la playa, y por supuesto, que ahora mismo le paso el enlace a la empresa como tirón de orejas para que no vuelva a suceder JAMAS!!!!! AMAMOS LA GRACIOSA Y LA RESPETAMOS COMO SI FUERA NUESTRA PROPIA CASA.
Esperamos que no se vuelva a repetir, pero creo que el post ha sido muy injusto, sobre todo porque no nos conocemos y me da la impresión de que tienen una idea de la gente de fuera un poco distorsionada. Entiendo que habrá de todo, pero sinceramente, nosotros no somos así.
De todas maneras me alegro de haberme enterado de lo sucedido.
Un saludo y gracias!
Buenas tardes:
ResponderEliminarEn primer lugar, pedirle disculpas si se siente ofendida por los mencionados tacones. En ningún momento del post se está juzgando a nadie que lleve tacones o plataformas, la palabra en sí, es un símil, una metáfora. Cada uno es libre de usar lo que más le convenga. Es más, la idea de las cholas nos pareció genial. En este punto más bien se destaca la valentía de la mujer en general, al usar tacones en este sitio inhóspito para tal causa. Aquí la gente cuando sale o se casa también usa tacones, como en todos otros lados. Algunos gracioseros incluso pensaron que estaba describiendo mi propia boda. Espero que haya transmitido lo que quise poner en mi post.
En segundo lugar, algunas personas se pusieron en contacto conmigo, para que viera todos los restos que están en la playa del Varadero de la Sociedad y que hasta el día de San Juan esos restos de voladores todavía estaba en la playa y no han sido retirados por nadie.
Los gracioseros cómo cualquier humano de cualquier cultura tenemos nuestros fallos y como no, nuestras virtudes. En lo que no estoy de acuerdo yo, es en lo que usted afirma: “…me da la impresión de que tienen una idea de la gente de fuera un poco distorsionada.” La gente de aquí es como en botica: hay personas tolerantes y los hay intolerantes, como en todas partes.
De todas formas varias personas de diferente índole me comentaron que tuvieron que recoger trozos de cristales y limpiar el suelo pegajoso para poder realizar las actividades (gimnasia) el lunes en el Teleclub. Entendemos, que no son Ustedes, los cónyuges, los que tienen que recoger nada, sino la empresa organizadora obviamente. Eso no lo quise poner en mi post, porque no se trata de meternos con nadie, sino una cuestión de vivir en comunidad.
Recalcaría que no se trata de echar la culpa a nadie, sino que en general en un espacio tan reducido y frágil, como es la Isla de la Graciosa, entre todos intentemos mantener ese equilibrio. Y que los próximos eventos a celebrar pasen desapercibidos desde el punto de vista de la buena convivencia.
Finalmente, como le deseé en su post, en un comentario que Usted decide quitar o dejar, le deseo todo lo mejor y que sean muy felices, de todo corazón.
BUENAS..EL VIERNES VOY A TV CANARIA A HABLAR SOBRE MI BODA EN LA GRACIOSA,PARECE Q SE ESTA PONIENDO DE MODA, YO TENGO UNA OPINION MUY CLARA AL RESPECTO, PERO ME GUSTARÍA SABER LA OPINIÓN DE LOS GRACIOSEROS. A FAVOR O EN CONTRA, Y POR QUE? MIL GRACIAS UNA VEZ MAS
ResponderEliminarBuenas, me parece estupendo que vayas hablar de tu enlace matrimonial en La Graciosa en la tele Canaria. Yo, personalmente también tengo una opinión bastante clara sobre este tema y que no considero oportuno en estos momentos incrustarla.
ResponderEliminarEn relación, de a favor o en contra, seguramente que algunos estén a favor y otros en contra. Los que están a favor lo podrás deducir tú misma y los que están en contra, la respuesta es sencilla e interesada, los que no quieren que su vida tranquila y serena se vea alterada y no por el acontecimiento del enlace matrimonial, sino como quedan después algunos espacios públicos que utilizamos todos.
Destaco una vez más, que la culpa no la tienen los contrayentes que bastante pasta se gasta en el enlace.
Un cordial saludo.