viernes, 20 de marzo de 2009

LAS RESERVAS MARINAS ANIMAN A PARTICIPAR EN LA ¿CAMPAÑA CIELO OSCURO? EN EL AÑO INTERNACIONAL DE LA ASTRONOMIA

Una de las alteraciones del medio natural que más rápidamente está creciendo es la alteración de los niveles de luz ambiente en el medio nocturno provocada por la luz artificial.

La vida se rige por una alternancia entre el día y la noche, y los organismos han evolucionado según las condiciones del entorno donde preferentemente han desarrollado su actividad. El ser humano está adaptado a la vida diurna, pero con el desarrollo de la sociedad se han ideado mecanismos para iluminar la noche, llegando al punto de que el alumbrado nocturno, cuyo impacto inicial era mínimo, se ha transformado en un serio problema debido a la irrefrenable expansión del hábitat urbano y a la irracional iluminación artificial.

La contaminación lumínica puede definirse como la emisión de flujo luminoso en intensidades, direcciones, rangos espectrales y/u horarios innecesarios para la realización de las actividades de la zona donde estén instaladas las luces.

Un ineficiente y mal diseñado alumbrado exterior, la utilización de proyectores y cañones láser, la inexistente regulación del horario de apagado de iluminaciones publicitarias, monumentales u ornamentales… genera este problema cada vez más extendido.

Su manifestación más evidente es el aumento del brillo del cielo nocturno, por reflexión y difusión de la luz en los gases y partículas del aire, de forma que se altera su calidad y condiciones naturales hasta el punto de hacer desaparecer las estrellas y demás objetos celestes.

Es indudable que el alumbrado exterior es un logro que hace posible desarrollar múltiples actividades en la noche, pero es imprescindible iluminar de forma adecuada: evitando la emisión de luz directa al cielo y empleando la cantidad de luz estrictamente necesaria allí donde necesitamos ver criterios fundamentales para prevenir la contaminación lumínica.

Sobre este grave problema, hasta el momento, existe escasa conciencia social, pese a que genera numerosas y perjudiciales consecuencias como son el aumento del gasto energético y económico, la intrusión lumínica, la inseguridad vial, el dificultar el tráfico aéreo y marítimo, el daño a los ecosistemas nocturnos y la degradación del cielo nocturno, patrimonio natural y cultural, con la consiguiente pérdida de percepción del Universo.

Por todo ello, entre el 16 y el 28 de marzo se lanza al mundo entero “Globe at Night” donde se propone realizar medidas aproximadas de la contaminación lumínica del cielo nocturno mediante el conteo de estrellas a simple vista en la constelación de referencia ORIÓN y la comparación de los resulLa participación es sencilla, gratuita y abierta al público y se aborda así la necesidad de luchar por la preservación y protección del patrimonio natural, cultural y científico que supone disponer de un cielo oscuro, no contaminado por las luces artificiales, y la sensibilización a la población sobre este aspecto.

Con esta campaña desde las reservas marinas de España se anima a participar en “Globe at Night” www.globe.gov/globeatnight, actividad destacada en el Año Internacional de la Astronomía 2009 dentro del proyecto “Descubre el Cielo Oscuro” y a sumarse a las actividades que se proponen para estos días de marzo con el objetivo de sensibilizar y difundir la problemática de la contaminación lumínica.

Año Internacional de la Astronomía www.astronomia2009.estados obtenidos con unas cartas estelares que se proporcionan al efecto.

Fuente: Boletín de las Reservas Marinas.

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