viernes, 17 de septiembre de 2010

Perfeccionando un edén


Las Islas Salvajes fueron en tiempos pasados una despensa a donde muchos gracioseros iban a buscar alimentos para poder subsistir en las épocas de hambruna, esa es una realidad que no se puede obviar.
 La gran mayoría de los gracioseros somos una comunidad muy respetuosa con el entorno y a los hechos me refiero. Los gracioseros fueron pioneros en Canarias en que se declarara está zona como Parque Natural Marítimo y Terrestre; y de tener que dejar de cazar pardelas (que  era la carne principal para su alimentación en aquella época, cuando todos los alimentos habían que ponerlos en salmuera para su conservación, porque todavía no habían llegado los congeladores para la conservación de los alimentos) a tener que protegerlas las mencionadas aves.
Me siento orgulloso de mi comunidad, al dar un giro tan importante en su dieta alimentaria, cosa que muchos pueblos de este planeta todavía no han hecho. 



 
Y ahora dejo a un lado este tema y me centro más en el post que acabo de leer, “El ultimo paraíso virgen” corto pero intenso. Dos citas que me parecen atrayentes que comenta el autor del artículo “…Menos mal que no son nuestras…” “…Los verdaderos salvajes somos nosotros…”

¿Tan ruines somos nosotros? o ¿Verdaderamente somos crueles?

Hay que destacar que en la última campaña la participación de los habitantes de la Isla de La Graciosa en la entrega de las aves que caían en los techos y alrededores de las casas encandiladas por la luminosidad de los focos fue bastante ejemplarizante.



Y una anécdota, ya un poco lejana y un poco cruel, viéndolo en estos tiempos que corren, cazadores coger un ave allá por el año 1985 en este caso una Pardela Cenicienta y arrancarle la vida retorciéndole el cuello y oyendo su lamentación para luego cuando llegara a la casa ponerlo en un caldero de agua hirviendo para desplumarla y a continuación freírlas para saciar el hambre y ahora esas mismas personas entregarlas para su conservación, esto es un cambio substancial en pro de la conservación y aniquilar unas costumbres no muy buenas que teníamos en un tiempo pasado.
Pero tenemos que mirar al presente y olvidarnos de ciertas  prácticas del pasado. Porque el ser humano en todas las épocas hemos tenido unas conductas no muy propicias tanto con el medio como con nuestra raza, es decir, las personas.

Y para los más osados que quieran leer el post al completo este es el link:  http://blogs.20minutos.es/cronicaverde/2010/09/16/el-ultimo-paraiso-virgen/

 


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